El pensamiento lateral (también conocido como pensamiento divergente) es la palabra con la que se conoce a la estrategia para resolver situaciones de una forma menos tradicional.
brain think pensar
El psicólogo Edward de Bono fue el que «bautizó» esta forma de pensar como pensamiento lateral, dándole este nombre puesto que la estrategia se basa en no abordar el problema de una forma corriente y «frontal» (la que a priori puede parecer más lógica) sino con un pensamiento «paralelo» más trabajado e ingenioso.
Me comencé a aficionar a este estilo de acertijos cuando era pequeño, ya que en el suplemento de El País, en la zona de pasatiempos, había una columna semanal (desgraciadamente, no recuerdo el nombre ni el autor... ¿alguien sabe?) donde con una pequeña historia o relato detectivesco, debías resolver el entuerto.
Mezclaban el pensamiento lateral con curiosos casos que había que resolver: crímenes, asesinatos, robos... todo, teniendo en cuenta algún detalle o despiste que no encajaba.
crimenes para resolver daniel samoilovich
Hace poco he comprado el libro 43 crímenes para resolver de Daniel Samoilovich (unos 6€ aproximadamente), que parece que sigue la misma tónica de los acertijos anteriores.
Para terminar, os dejo con un acertijo del estilo de pensamiento lateral:
Un malvado y tirano rey de un lejano país del que no recuerdo el nombre, tenía prisionero a John Crichton, un perspicaz joven del país enemigo, que había sido sorprendido y apresado por traición y al que, curiosamente, el rey le guardaba mucho rencor por humillaciones pasadas.
El rey, que aparentaba ante su pueblo -y tantos otros- tener buena voluntad con sus semejantes, organizó un gran evento, donde hizo llamar a su verdugo, a un guardia y al prisionero.
A viva voz, proclamó ante toda la multitud, la existencia de una urna cuadrada transparente con una bolsa opaca de color rojo en su interior, que contenía 10 bolas: 9 de ellas totalmente negras y una blanca. El juego consistiría en que el prisionero sacara, sin mirar y al azar, una bola del saco. Si ésta era de color blanco, podría ser libre. Si era negra, volvería a su prisión.
Ordenó al verdugo ejecutar al prisionero inmediatamente si éste intentaba escapar sin haber participado en el juego, y al guardia apresarlo si intentaba hacer daño a otra persona.
El prisionero avanzó tímidamente, y en su cara se pudo apreciar que el miedo al azar se convirtió en una amplia sonrisa, dedicada al rey. Algunos minutos más tarde, el prisionero estaba rumbo a su hogar, en libertad. ¿Cómo consiguió escapar el prisionero?.
Probablemente, muchos de ustedes se conocen el acertijo. Si no lo conocen, y antes de mirar los comentarios, publiquen su respuesta inicial. Dentro de un tiempo, publicaré lo que sucedió en el fragmento del relato que falta.
brain think pensar
El psicólogo Edward de Bono fue el que «bautizó» esta forma de pensar como pensamiento lateral, dándole este nombre puesto que la estrategia se basa en no abordar el problema de una forma corriente y «frontal» (la que a priori puede parecer más lógica) sino con un pensamiento «paralelo» más trabajado e ingenioso.
Me comencé a aficionar a este estilo de acertijos cuando era pequeño, ya que en el suplemento de El País, en la zona de pasatiempos, había una columna semanal (desgraciadamente, no recuerdo el nombre ni el autor... ¿alguien sabe?) donde con una pequeña historia o relato detectivesco, debías resolver el entuerto.
Mezclaban el pensamiento lateral con curiosos casos que había que resolver: crímenes, asesinatos, robos... todo, teniendo en cuenta algún detalle o despiste que no encajaba.
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Hace poco he comprado el libro 43 crímenes para resolver de Daniel Samoilovich (unos 6€ aproximadamente), que parece que sigue la misma tónica de los acertijos anteriores.
Para terminar, os dejo con un acertijo del estilo de pensamiento lateral:
Un malvado y tirano rey de un lejano país del que no recuerdo el nombre, tenía prisionero a John Crichton, un perspicaz joven del país enemigo, que había sido sorprendido y apresado por traición y al que, curiosamente, el rey le guardaba mucho rencor por humillaciones pasadas.
El rey, que aparentaba ante su pueblo -y tantos otros- tener buena voluntad con sus semejantes, organizó un gran evento, donde hizo llamar a su verdugo, a un guardia y al prisionero.
A viva voz, proclamó ante toda la multitud, la existencia de una urna cuadrada transparente con una bolsa opaca de color rojo en su interior, que contenía 10 bolas: 9 de ellas totalmente negras y una blanca. El juego consistiría en que el prisionero sacara, sin mirar y al azar, una bola del saco. Si ésta era de color blanco, podría ser libre. Si era negra, volvería a su prisión.
Ordenó al verdugo ejecutar al prisionero inmediatamente si éste intentaba escapar sin haber participado en el juego, y al guardia apresarlo si intentaba hacer daño a otra persona.
El prisionero avanzó tímidamente, y en su cara se pudo apreciar que el miedo al azar se convirtió en una amplia sonrisa, dedicada al rey. Algunos minutos más tarde, el prisionero estaba rumbo a su hogar, en libertad. ¿Cómo consiguió escapar el prisionero?.
Probablemente, muchos de ustedes se conocen el acertijo. Si no lo conocen, y antes de mirar los comentarios, publiquen su respuesta inicial. Dentro de un tiempo, publicaré lo que sucedió en el fragmento del relato que falta.
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